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NUESTRA PALABRA PROFETICA

Juan 14: 12-15
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, el las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardad mis mandamientos.

jueves, 27 de enero de 2011

LA FORTALEZA ESPIRITUAL

DIOS LE DIJO A JOSUE ESFUERZATE Y SE VALIENTE QUE YO ESTARE CONTIGO.

Se ha dicho que los seres humanos son criaturas de hábitos.

Muchas de nuestras prácticas se vuelven automáticas y, con frecuencia, ni siquiera estamos conscientes de que hacemos ciertas cosas o que las realizamos de modos específicos.

El encabezado de “Malos hábitos” cubre una gama muy amplia de conductas negativas y podrían definirse como todo lo que inhibe el crecimiento cristiano u ofende a otros.

Podemos estar hablando de los llamados pecados del espíritu, tales como la envidia, los celos, la malicia, las murmuraciones, las mentiras, las críticas contra otros, el egoísmo, la impaciencia, las querellas, la morosidad, etc.

O bien, podemos referirnos a los actos compulsivos tales como los de comer, beber, gastar dinero, leer y ver pornografía, trabajar en exceso, las fantasías y los pensamientos malos, la masturbación, las maledicencias, etc.

El tema de los malos hábitos adquiere una importancia especial en vista de la exigencia bíblica de que los cristianos “anden en vida nueva” (Romanos 6:4).

Al entregarnos al Señor, pidiéndole que examine nuestros corazones y nos revele lo que le desagrada, comenzaremos a ver muchas cosas feas que es preciso que corrijamos.

(Salmo 139:23,24)

1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos.
3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos.

4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

5 Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano.
6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender.
7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?

……
23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.

Lo más importante que es preciso recordar respecto a los malos hábitos es que desagradan a Dios y, con Su ayuda, se pueden abandonar, reemplazándolos con otras alternativas más correctas.

Ninguno de nosotros es inmune al cambio. El evangelio se especializa en las transformaciones

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17).

Sabemos que Dios puede obrar en nuestras vidas, con el fin de ajustar nuestra conducta a lo que le complace.

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

El cristiano posee ahora recursos para vivir muy por encima del mundo. La Biblia enseña que cualquiera que es nacido de Dios no practica el pecado”.

ESTRATEGIA A SEGUIR

1. RECONOCER QUE MALOS HABITOS TENEMOS

Tenemos que agradecer a Dios por ponerlos en evidencia y por sentirnos suficientemente interesado en su vida espiritual como para buscar soluciones para los problemas relacionados con los malos hábitos.

El cambio es posible para todas las personas, sin tomar en cuenta la edad u otras limitaciones. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). La ayuda del Señor y la perspectiva de romper las cadenas de la vida egoísta deberán proporcionar suficiente motivación para obtener la victoria final.

2. RECIBIR A JESUS COMO NUESTRO SENOR Y SALVADOR PERSONAL

Usted alguna vez ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador personal.

Se puede suponer que una persona que hace preguntas sobre cómo vencer sus malos hábitos será cristiana; pero no lo den por sentado. ¿Confía en haber experimentado la relación permanente con Cristo que proporcionará el poder prometido por Dios para que se realice el cambio?

3. TENEMOS QUE ENFRENTAR A NUESTROS MALOS HABITOS (PECADOS)

Es necesario identificar los aspectos que requieren un cambio.

Se trata de un reto al que es preciso enfrentarse en forma realista, porque los hábitos son difíciles de romper. No se pueden eliminar simplemente con “buenos deseos”.

El uso de frases piadosas tiene pocos efectos positivos. Es preciso actuar, hacer un esfuerzo. El Apóstol Pablo subrayó esto con claridad, al decir: “¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24). Las curas no son instantáneas ni fáciles.

4. CONFESAR A DIOS NUESTROS MALOS HABITOS (PECADOS), Y BUSCAR SU PERDON

Hagamos un compromiso con Dios de esforzarnos y ser valientes para obtener la victoria. Una entrega definitiva en un momento y en un lugar dado, preparará el escenario para que se produzca el cambio.

Adopte una posición firme, sea vencedor de obstáculos (véase la declaración de Josué, en Josué 24:15).

“ … pero yo y mi casa serviremos a Jehova”

5. UTILIZAR EL PRINCIPIO DE REEMPLAZAMIENTO O INTERCAMBIO.

El Apóstol Pablo nos habla del principio de “despojo del viejo hombre” y “revestimiento con el nuevo”.

“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:22-24).

Esto nos lo podemos representar en el sentido de quitarnos una ropa sucia y cambiarla por otra limpia. Pablo ilustra este principio como sigue:

“Por los cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo…” (Efesios 2:25),

y el que hurtaba, no hurte más, sino trabaje…” (Efesios 4:28).

El aprenderse de memoria versículos de la Biblia puede ser una gran ayuda para “despojarse del viejo hombre” y “revestirse con el nuevo”. Para un cristiano angustiado por su inclinación a maldecir y usar malas palabras, será útil un pasaje como el que sigue:

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).

En otros momentos, se puede usar alguna frase de alabanza, como las de los Salmos 24 “Quien subirá al monte de Jehová? Quien estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón. El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño”

o 103. ¡SIEMPRE hay una alternativa espiritual para cada mal hábito que se deseche!

1 Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca. De modo que te rejuvenezcas como el águila.
6 Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.

6. EL ESTUDIO DE SU PALABRA

La lectura y el estudio diario de la Biblia, el aprendizaje de memoria de versículos de las Escrituras y la oración tienen un gran valor.

Cuando los pensamientos de Dios invaden nuestras mentes, las cosas deberán comenzar a cambiar.

7. COMPARTA SUS PROBLEMAS Y TRIUNFOS CON OTRO HERMANO EN LA FE

Establezca algún lazo con otro cristiano para compartir mutuamente sus problemas, sus oraciones y sus triunfos. Este tipo de “sistema de compañerismo” ha sido muy útil para muchas personas.

8. BUSCAR OPORTUNIDADES DE SERVIR A CRISTO

Busque oportunidades para servir a Cristo. Cuando comenzamos a compartir con otros nuestro propio yo, nuestras experiencias, los frutos de nuestro estudio de la Biblia y nuestras victorias personales, nos “fortalecemos en el hombre interior”.

9. BUSQUE UNA IGLESIA PARA CONGREGARCE

Sea miembro de una iglesia que enseñe las doctrinas bíblicas, deberá establecer esa relación. Esto le dará la oportunidad de tener compañerismo con otros cristianos, orar, estudiar la Biblia y servir al Señor.

10. ESCOGER UNO DE LOS MALOS HABITOS Y FIJE UNA META INMEDIATA PARA SUPERARLO

11. ORAR EN COMUNION CON DIOS PIDIENDOLE EL TRIUNFO

Citas bíblicas

“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:7,8).

“En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmo 119:11)

“Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia (Romanos 6:11-14).

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).

“Y decía a todos: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame (Lucas 9:23).

“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad… Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo” (Filipenses 2:13-15)

jueves, 13 de enero de 2011

EMPIEZA EL 2011 CON UNA PRIORIDAD CLARA EN TU VIDA


Estamos entrando en un nuevo año, y muchos de nosotros nos ponemos metas, retos, objetivos, promesas, etc, queremos alcanzar y lograr cuanto anhelamos y lo que aún no lo hemos conseguido. Todo eso está muy bien, pero, como cristianos ya tenemos una meta clara en nuestra vida, lo que debemos hacer es poner orden y prioridades en lo que haremos cada día en pos de aquella meta.


A lo largo de todas las escrituras, Dios nos deja muy claro que lo primero le pertenece a El (Éxodo 13:11-12), las primicias de los rebaños, de los frutos de las cosechas, los primogénitos de cada familia, etc. Por tanto, como Dios no cambia y tampoco su palabra, El siempre está demandando tener el primer lugar en nuestra vida, nuestras primicias, que El sea nuestro primer pensamiento, que Dios sea la primera persona con la que te comuniques cada día, que le des tus primeras obras de cada día.


Así mismo Dios demanda de nosotros como un paso de obediencia y de fe, el diezmo de nuestras ganancias, pero como primicia, es decir que sea lo primero que apartes y guardes al recibir tu pago.


Recordemos Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura, no te esfuerces y desgastes durante todo el año, buscando la añadidura, recuerda que según el principio de Dios de las "primicias", lo que tu pones en primer lugar, ordenará el resto de cosas.